jueves, 12 de marzo de 2015



El Profesional como Especialista Educativa, toma el rol para prevenir el bullying en las aulas de clase. 

Las competencias de los especialistas educativos y profesionales se componen de un conjunto de competencias básicas que se concentran en los conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para así dar un conjunto de competencias especializadas al igual para algunos orientadores, en función del tipo de tareas que desempeñan. Si bien sólo son necesarias las competencias básicas y un área de especialización para satisfacer los requisitos mínimos del ámbitos de trabajo diversos y cambiantes en los que la gente va a trabajar probablemente hagan necesario el desarrollo profesional continuado a fin de demostrar competencia en la mayoría de las competencias especializadas, o en todas. Las competencias que hay que demostrar en un ámbito profesional son: 


1. Demostrar profesionalidad y comportamiento ético en el desempeño de sus tareas. 

2. Apreciar y atender las diferencias culturales, posibilitando la interacción efectiva con poblaciones diversas. 

3. Integrar la teoría y la investigación en la práctica de la orientación. 

4. Habilidad para diseñar, implementar y evaluar intervenciones y programas de orientación. 

5. Ser consciente de las propias capacidades y limitaciones. 

6. Habilidad para usar el nivel apropiado de lenguaje para comunicarse con colegas o estudiantes, logrando así una comunicación efectiva. 

7. Sensibilidad social e Inter.-cultural. 

8. Demostrar conocimiento sobre el desarrollo evolutivo de la personal 

Competencias como especialista para el tema indicado: 

1. Diagnóstico: Análisis de las características y necesidades del educando o a los que se dirige el programa, y del contexto en el que está inmerso, incluyendo todos los agentes implicado. El objetivo es integrar y evaluar datos de cuestionarios, tests y entrevistas que miden las habilidades, aptitudes, limitaciones, estilos de vida, intereses, personalidad, valores, logros educativos, u otra información relevante. 

2. Orientación Educativa: Atender las necesidades individuales de selección, de itinerarios educativos, elaboración de planes de estudio, superación de dificultades de aprendizaje, y preparación para los cambios de ciclo. La orientación se suele proporcionar a nivel grupal, en contraste con el consejo, que se suele proporcionar a individuos o pequeños grupos. 





COMO EL DOCENTE ESPECIALISTA DEBE ORIENTAR, PREVIENE Y ATENDER EL BULLYING EN EL AULA DE CLASE.

En la actualidad las aulas de clases suele ser el escenario más frecuente de agresiones verbales, acoso, golpes y amenazas y por tanto resulta imperativo que los docentes tomen medidas al respecto.

En Venezuela un gran porcentaje de las agresiones ocurren en el aula de clases. Es impensable que el docente lo eluda o esquive el tema. No sólo porque el bullying es un fenómeno que nos habla de intolerancia, discriminación, prejuicios o porque está asociado con severos trastornos de salud mental y física, sino que también porque el clima escolar al interior de la sala de clase se ve categóricamente afectado. 

Conversando con un o una estudiante a dado como ejemplo Este de los muchos casos de bullying que acontecen en nuestras escuelas. En mi salón yo tengo un compañero que es muy colaborador, él ayuda a todos mis compañeros porque él es súper inteligente, (…) a todo el que le pide ayuda él se la da. Le piden plata, le piden un favor, que los ayude a hacer un trabajo, pero mis compañeros -los que siempre andan molestando-, de repente le pegan palmetazos en la cabeza, le pegan patadas, de repente le esconden el bolso, en que lleva sus trabajos, se los hacen tira de pura “maldad” que son y él no hace nada.… 

RESPONSABILIDAD DOCENTE
Los profesores deben constituirse como agentes para prevenir, atender y erradicar el bullying en las salas de clases puesto que este fenómeno crea un clima de temor y desconfianza que impacta directamente el aprendizaje de los estudiantes. 

Estamos ciertos que los docentes han experimentado y están en conocimiento de situaciones de bullying en sus clases, expresadas en maltratos e intimidaciones permanentes y reiteradas a niños/niñas y jóvenes por parte de otros estudiantes que se encuentran en una asimetría favorable de poder y que ejercen su fuerza. ¿Qué docente no ha conocido el acoso que ha recibido un o una de sus estudiantes por encasillársele como "gordo", "flaco", "débil", "retraído", "afeminado" o por otros motivos distintos e injustificables? 

Queremos motivar a los docentes a que se sumen a una campaña para prevenir, atender y erradicar el bullying de las escuelas, y en especial en el ámbito de las aulas de clases, ya que constituye un problema grave que no ha recibido una adecuada atención. El docente no es el único que debe preocuparse de esta situación, también los directivos, los estudiantes, los padres y los apoderados, en fin toda la comunidad educativa. Sin embargo, al docente le corresponde un rol preferencial en prevenir y atender el bullying en el aula de clases. 

Se debe considerar que la mayoría de los estudiantes que son maltratados por uno de sus compañeros de curso declaran que, la totalidad de las amenazas (excepto con armas) se realiza al interior de las aulas clases. 

Ahora bien, es más que seguro que algunos docentes dirán, con justicia, que le estamos asignando una nueva tarea a las muchas que hoy deben asumir. Estamos conscientes que en el presente, como nunca antes en la historia de la educación, las exigencias que se les hacen a los docentes son múltiples y complejas. No sólo deben estar preocupados de la transferencia de los conocimientos disciplinarios, sino que además, deben ocuparse de una serie de temas y desafíos propios del cambio de época en que vivimos: la drogadicción, la sexualidad y la afectividad, la autorregulación de la conducta, la búsqueda de sentido de vida personal y colectivo, la construcción de una educación inclusiva y de calidad, los derechos humanos, el medio ambiente y el desarrollo sustentable; la tolerancia, la no discriminación, la diversidad social y cultural, la competitividad, la negociación pacífica de conflictos, la formación ciudadana y muchos otros. 

MÁS APRENDIZAJE, MENOS AGRESIÓN
Se ha comprobado que entre menos caos y desorden y más atención en los aprendizajes académicos, hay significativamente menos intimidación. 

No obstante, a nuestro parecer, respecto al fenómeno de bullying, en especial al que tiene lugar en el aula de clases, es impensable que el docente lo eluda o esquive. No sólo porque el bullying es un fenómeno que nos habla de intolerancia, discriminación, negación de la diversidad, prejuicios, estereotipos, o porque está asociado con severos trastornos de salud mental y física incluyendo depresión, ansiedad, suicidios y cuadros sicóticos, sino que también porque el clima escolar al interior del aula de clase se ve categóricamente afectado a causa del bullying. 


En nuestra opinión, son a lo menos tres los espacios en que los docentes pueden contribuir significativamente para prevenir, atender, y en lo posible erradicar el bullying de la sala de clases: 




I. FAVORECER LA CREACIÓN DE UN CLIMA ESCOLAR FAVORABLE Y RESPETUOSO AL INTERIOR DEL AULA DE CLASES 

El clima escolar, como se sabe, es la percepción que tienen los sujetos acerca de las relaciones interpersonales que establecen en el contexto escolar y el contexto o marco en el cual estas interacciones se dan. Es decir, refiere a las sensaciones de quienes participan de las actividades escolares, así como a las normas y creencias que operan en el sistema escolar un clima adecuado debe satisfacer las necesidades humanas básicas: fisiológicas, de seguridad, de aceptación y compañerismo, de logro y reconocimiento y de maximizar el propio potencial. 

Se ha establecido que en aquellas escuelas donde se alcanzan los objetivos educacionales propuestos, que presentan un clima positivo y seguro, una comunidad cohesionada y con espíritu de equipo existe satisfacción profesional, participación de los estudiantes y padres, el tipo de relación que se establece entre profesor y estudiante favorece la buena comunicación y ante conductas desviadas no se responde con coerción sino que se tratan terapéuticamente Pareciera cierto que, al aumentar el número de conflictos y de agresiones en el aula de clases y en los establecimientos, se produce un deterioro del clima escolar, lo que a su vez impacta negativamente tanto sobre los estudiantes -en su desarrollo moral y social y en su aprendizaje- como en el profesorado Los climas sociales negativos… producen estrés, irritación, desgano, depresión, falta de interés y una sensación de estar agotado física y mentalmente 


Por consiguiente, con el fin de atender el bullying en la sala de clases le corresponde al docente crear condiciones y fomentar un adecuado clima escolar. Se torna evidente que las acciones de intimidación impactan negativamente sobre el clima escolar y que, a su vez, el clima escolar que se genera favorece la emergencia de acciones de intimidación, constituyéndose en un círculo pernicioso de violencia. 

Cabe hacer notar que la actitud del docente y su modo de ser y actuar en la sala de clases es uno de los factores importantes en la creación de una convivencia escolar armoniosa y respetuosa, constituyendo una condicionante gravitante para prevenir el bullying. Por el contrario, la presencia de un profesor autoritario puede constituirse en un modelo para el estudiante, el que reproduce su acción intimidando a sus pares. Un docente extremadamente normativo o que tiene dificultades para mantener el orden en el aula, genera desagrado en los estudiantes, lo que induce a conductas agresivas que favorecen el bullying. De igual forma, los docentes pueden deliberada o inconcientemente inducir al bullying cuando manifiestan una actitud negativa hacia un estudiante, lo que se transforma en una excusa para que sus pares lo maltraten. 

II. DESARROLLAR EN LOS ESTUDIANTES COMPETENCIAS Y APRENDIZAJES SOCIALES QUE SE VINCULAN CON VALORES DE CONVIVENCIA ESCOLAR ARMONIOSA Y DE RESPONSABILIDAD CONSIGO MISMO Y LOS OTROS. 

El bullying es un fenómeno que ha sido y está siendo estudiado de manera muy intensa y desde miradas múltiples en casi la mayoría de los países. En los inicios se tendió a considerar el bullying como un fenómeno individual y aislado que involucraba solamente a dos personas: intimidador e intimidado. Sin embargo, posteriormente el bullying ha sido concebido como un comportamiento colectivo en su naturaleza, basado en relaciones sociales de grupo. El bullying deja de ser entonces un fenómeno de carácter diádico para convertirse en un fenómeno grupal. 

Por lo tanto, es aconsejable que los docentes se aboquen a desarrollar en los y las estudiantes, desde edades tempranas, una serie de competencias sociales y ciudadanas que les permitan establecer interacciones grupales sanas y responsables que los dispongan a prevenir el bullying en la escuela y al interior de las salas de clases. 

Las competencias que se vinculan con comportamientos capaces de prevenir y atender el bullying son, a nuestro parecer, las que siguen a continuación: 

1. Competencias referidas a la construcción de sentido y proyectos de vida personales y colectivos 

Es nuestro convencimiento que, en la medida que los estudiantes aprenden a darle sentido a su existencia, elaborando proyectos de vida personales y colectivos, que respondan a sus intereses cambiantes según sus diferentes edades de desarrollo, estarán más capacitados para enfrentar situaciones violentas y agresivas como el bullying.

2. Competencias relacionadas con la autorregulación social y emocional 

La autorregulación social y el autocontrol emocional son competencias a las que los docentes le dedican mucho tiempo y esfuerzo, ya que se vinculan con una serie de conductas como es el consumo de alcohol y drogas, con la sexualidad y la afectividad, con la violencia, la delincuencia etc. El bullying, por excelencia, es un comportamiento afectado por la carencia de autorregulación social y autocontrol emocional. 

En este sentido, los docentes desde sus prácticas educativas a nivel del aula de clases, debieran dedicar tiempo a que los y las estudiantes conozcan sus sentimientos y sepan las causas que los motivan, es decir, tener conciencia de sí mismos, de las capacidades, los valores y las metas que cada uno posee, conciencia de los propios estados internos, recursos e intuiciones, comprender que la autorregulación de la conducta en ocasiones puede ocasionarle a la persona conflictos, como por ejemplo, cuando está socialmente presionada a incurrir en conductas que violan sus estándares morales; desarrollar una actitud abierta frente a los problemas que exigen tomar posición, de suerte de poder aceptar, por ejemplo, que algo anda mal y tomar conciencia del impacto que una decisión no adecuada puede tener sobre uno y los demás. 

3. Competencias vinculadas con el respeto, la aceptación y la promoción de la diversidad social y cultural. 

Es de suponer con mucha convicción que existe una relación estrecha entre el bullying y la intolerancia, la discriminación y la incapacidad de reconocer la diversidad social y cultural. Por consiguiente, se hace necesario que el docente se dedique con mucha insistencia y perseverancia a desarrollar entre los y las estudiantes, la tolerancia, la no discriminación, la solidaridad, la responsabilidad, la acogida y reconocimiento del Otro/Otra como un legítimo Otra/Otro, el reforzamiento de la identidad propia en el reconocimiento y el respeto de otras identidades, la igualdad de todos los seres humanos, el respeto a la multiplicidad de manifestaciones religiosas y espirituales, de orientaciones sexuales, de género, de capacidades, etc. 

Cabe hacer notar, que la diversidad cultural y social es una responsabilidad ética con el Otro//Otra igual a mí pero distinto. Las competencias relacionadas con la diversidad apuntan directamente a formar ciudadanos capaces de contribuir a la creación de una escuela incluyente y participativa en donde todos y todas, sin distingo de ninguna naturaleza, tienen mucho que aportar. En contraposición a esto, el bullying es por excelencia un comportamiento claramente excluyente. 

4. Competencias relacionadas con el capital social y emocional 

Estas competencias intentan que los estudiantes, desde edades tempranas, aprendan a desarrollar redes sociales como son los lazos de parentesco, las redes comunitarias informales, las organizaciones sociales, los grupos infantiles y juveniles, etc. El mantenimiento de estos vínculos de confianza permite obtener beneficios en forma de flujos de solidaridad y capacidad de defensa de intereses y derechos. Los estudiantes aprenden a crear grupos afectivos de amigos cercanos que comparten los mismos gustos, estilos de vida y valores. Se trata, en definitiva, de desarrollar en los estudiantes conocimientos, actitudes y valores como la confianza interpersonal, la asociatividad, fundadas en enlaces de afinidad y compañerismo y en sentimientos de respeto mutuo y solidaridad, de reciprocidad y cooperación. El factor central de las competencias de cooperación radica en la capacidad de ponerse en el lugar del otro y ver el mundo a través de los ojos del otro. La habilidad de cooperar con otros mediante la confianza es algo que se aprende o se enriquece. Llegar a ser una persona confiable requiere habituarse a las normas morales de la propia comunidad. 

III. IMPLEMENTAR PROGRAMAS E INICIATIVAS ANTI-BULLYING EN LAS AULAS DE CLASES 

En este apartado deseamos entregarle a los docentes algunas estrategias tendientes a atender el bullying en el aula de clase. 

El análisis de una variedad de estrategias nos permiten entregarle a los docentes algunas advertencias, recomendaciones y acciones que pueden ser útiles al momento de atender y prevenir el bullying en las salas de clases: 

Advertencias

No hay milagros: Ninguna estrategia ni actividad por sí sola puede lograr milagros respecto a reducir el bullying entre estudiantes. 

Contexto y variables individuales y colectivas: Más que buscar la 'estrategia perfecta', la idea es seleccionar la estrategia más adecuada según el contexto y las variables individuales de las personas involucradas. Por esta razón, antes de decidir la estrategia a utilizar, es imprescindible tomar en cuenta ciertos aspectos, tales como: evaluar detenidamente cada caso; tomar en consideración las características individuales de los involucrados; considerar la dinámica del curso; conocer bien el contexto de la escuela. Este último aspecto es muy relevante ya que el bullying está estrechamente ligado a la cultura escolar. En este sentido es un fenómeno más social que individual. 

Responsabilizar versus culpabilizar: Se recomienda que las estrategias que el docente elabore o seleccione no deben tener un enfoque de 'culpabiliza' ni 'castigar' al niño y/o joven por una acción determinada. En vez de esto, se potencia la responsabilidad individual y colectiva para resolver conflictos de forma constructiva y autónoma. 

No basta una estrategia aislada: Una estrategia por sí sola no produce ningún cambio sustantivo, razón por la cual, se recomienda incorporar varias y diversificadas. 

Ser proactivo: No sólo es urgente desarrollar estrategias reactivas de atención a la problemática del bullying, es decir, aquellas que actúan cuando el problema aparece, sino que también es necesario implementar estrategias pro-activas, las cuales apuntan a la prevención del problema. 

Recomendaciones 

Converse con sus estudiantes sobre el bullying: Pregúnteles, por ejemplo, si saben qué es el bullying; si pueden relatar casos de bullying en la escuela; si creen que es un problema serio; cómo piensan que se siente un estudiante intimidado; qué se les ocurre para detener el bullying en la escuela, etc. Para que los/as estudiantes intervengan hay necesidad de crear un clima que facilite la expresión libre de sentimientos y emociones. De esta manera, se genera un proceso de toma de conciencia respecto a la existencia del bullying a nivel de escuela y de la sala de clases. 

Formulación de una política clara: Si se desea enfrentar la problemática del bullying a nivel del aula de clase, resulta indispensable la creación y redacción de una política clara que contemple la postura de la institución educativa frente a ella. El docente debe exigir esta política clara. 

Planificar: Es siempre aconsejable que las estrategias y las actividades que el docente seleccione o elabore se integren a una planificación a nivel del curriculum, de suerte que no se vea como una acción aislada. Es decir, que incluya a los contenidos curriculares que está enseñando y combinarlas en un plan de acción global que involucre a toda la comunidad educativa. 

Ser creativo: Si el docente tiene claro los objetivos que se persiguen, entonces puede sin dificultades elaborar estrategias y actividades propias, originales y creativas que aborden el tema de bullying. 

La participación de los padres es fundamental: La integración de los padres es considerada en la mayoría de las intervenciones. Ésta se define como fundamental. De igual forma, la participación activa de los estudiantes es estimada como sumamente relevante en casi todas las modalidades. 

Acciones que se sugieren (hay muchas otras) 

  • Una jornada de debate en el aula de clases sobre el bullying. 
  • Construir un código de conducta a nivel de la sala de clases que contemple la no tolerancia frente a acciones de intimidación; estableciendo normas claras contra las agresiones y la intimidación. Crear un teléfono de contacto, al cual pueden recurrir estudiantes, padres, profesores y administrativos. 
  • Comunicarse con un adulto cuando él o la estudiante detecta un caso de intimidación. 
  • Establecer un compromiso colectivo y mostrar que la intimidación es un problema cuya solución es tarea de todos y todas. El trabajo cooperativo respecto a prevenir y atender el bullying permite una mayor integración entre los estudiantes y facilita la confianza posibilitando un clima favorable en el aula. 
  • Círculo de amigos (círculos de apoyo), tiene como finalidad construir relaciones interpersonales en torno a un estudiante que se haya identificado como 'vulnerable', bien porque presente problemas emocionales, académicos, comportamentales o porque se lo considere una víctima de intimidación. 
  • Escribiendo una carta, esta actividad tiene como finalidad que los estudiantes aprendan a ponerse en el lugar del otro y puedan reflexionar en torno a las consecuencias que tienen ciertas acciones sobre los sentimientos de los demás. Se le pide a los estudiantes que escriban una carta a un intimidador imaginario. La idea es que traten de explicarle porque debería cambiar su actitud y le sugieran estrategias de cambio. Se trabaja en grupos pequeños con la finalidad de que identifiquen las razones y sugerencias compartidas. La actividad termina realizando un plenario con la participación de todo el curso. 
  • Juego de roles, se puede utilizar el teatro para que los estudiantes conozcan lo que es la intimidación y puedan explorar los sentimientos y emociones asociados a las acciones de este tipo, desde el lado de la víctima, del intimidador y de los testigos. La idea es que se representen las distintas perspectivas: el lugar de la víctima, del intimidador y de los testigos . 
  • Expresión artística, el docente invita a los estudiantes a expresar lo que piensan y sienten sobre la intimidación a través de pinturas, collages, fotografías, poemas, música, cuentos, etc. Esta vía de expresión, junto con desarrollar la creatividad, desarrolla la auto-percepción valórica. 
COMPETENCIAS A REFORZAR PARA PREVENIR Y ENFRENTAR EL BULLYING 

PROFESORES: 

- No caer en actitudes normativas extremas ni mostrar dificultades para mantener el orden en el aula. 

- No manifestar una actitud negativa hacia un estudiante. Evitar el sarcasmo y formas sutiles de ridiculización. 

ALUMNOS: 

Sociales: 

- Reflexionar en torno a proyectos de vida personales y colectivos. 

- Formular planes futuros, precisar objetivos, construir escenarios posibles y elaborar métodos que permitan verificar si sus aspiraciones y proyectos fueron alcanzados. 

- Resaltar la necesidad de una actitud optimista y esperanzadora frente a la vida en base a la realidad y las factibilidades. 

- Destacar la imperiosa necesidad de construir un plan de vida basado en el respeto, en la confianza y en la valoración del otro. Así mismo, en la disposición de trabajar con otros, en la fijación de límites y la regulación de sus comportamientos. 
- Promover y educar una actitud abierta, flexible y acogedora frente a la diversidad de proyectos de otros. 

Emocionales:

- Promover vínculos afectivos, de confianza y cooperación por medio del reforzamiento y desarrollo de diversas redes sociales, sean de parentesco, comunitarias, sociales, grupales como una forma de experimentar conductas de asociatividad, compañerismo, solidaridad, incentivando con esto la capacidad de ponerse en el lugar del otro. 






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